
Libertad, la chica que muestra la imagen, es una víctima del síndrome de Prader-Willi que, además ha tenido que soportar un reportaje de Pedro Simón, un periodista que escribe la sección "los enfermos invisibles" en "el mundo". La enfermedad que padece, le impide tener sensción de saciedad y ello le conduce a desórdenes alimenticios severos. Como se ve, es un caso delicado y digno de ser tratado con seriedad, pero nuestro genio del verbo castellano "Pedro Simón" ha desarrollado el tema de una manera mucho más respetuosa. Paso a comentar las perlas que nos ha dejado:
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Su país se llama apetito. Ella es la vida insaciable". Bueno, Pedro, por si acaso nadie de tu redacción se ha atrevido a decírtelo, trabajas en un periódico, haciendo reportajes, los cuales no necesitan ser decorados con tu maravilloso ingenio. Igual eres una de esas personas que vive atrapada en una película americana, y necesitas frases grandilocuentes a cada segundo de tu vida. Pues bien, aqui van un par en tu honor: "
Su país se llama metáfora. Él es el decorador de las tragedias".
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"...en la cena, le pusieron una caja de galletas de casi un kilo". Bueno, pese a que esto sea una muestra de gran apetito, no me parece concluyente. Conozco a gente que, habiendo cenado, se ha comido dos kebabs y el tercero no lo han pedido por vergüenza o que se han comido 14 torrijas sin inmutarse. Y a la mañana siguiente han comido ha su ritmo habitual. Además, todo el mundo sabe que, los surtidos de galletas no pueden ser tratados como cualquier otro alimento. Los surtidos despiertan la parte de la gula ligada a la curiosidad. Te puedes haber comido todas la galletas de limón y las que llevan la mermelada roja en el centro (mentira, porque siempre se quedan en la caja), pero aún no has probado los tubitos de chocolate, las oreo ni las que son mucho peor: las que van envueltas que, por ello, introducen un factor sorpresa y de calidad de conservación al que nadie puede resistirse. Si de verdad quiere sorprender, diga que la niña se cascó un kilo de panceta en bocadillo, un kilo de ensaladilla rusa (pesadilla de mahonesa), un kilo de morteruelo o un kilo de potaje. Eso sí tendría un sorprendente mérito.
- Por si esto fuera poco, la madre relata sin censura del reportero:
"Chillaba como cuando una rata cae en un cepo", refiriéndose a los momentos en los que "pitu" pedía comida. ¿como? ¿Perdone? igual es que estoy recién levantado... Pero... ¿acaba de comparar a su hija con una rata atrapada en un cepo? Su hija padece una enfermedad de las denominadas raras, pero ¿una rata atrapada en un cepo? No sé, igual soy un poco meticuloso, pero se me ocurren comparaciones menos ofensivas como: "Chillaba como un pobre y hambriento cabritillo reclamando el pecho materno" o "la angustia de su apetito continuo le conducía a estados de enjenación" (esta última en plan más científico). O puestos a ser mordaces y libertinos escritores, defensores de la libertad de expresion propondría:
" Chillaba como un gorrino siendo degollado".
- "se estaba comiendo el pienso del perro" hecho con el que respalda la desesperada búsqueda de comida de la pobre libertad, ya que sus padres instalaron una alarma en la cocina, para vigilar sus paseos nocturnos a ésta. Señor Simón, todos, incluso usted, tenemos nuestras miserias. Conozco a gente que ha meado en la papelera en lugar de en el baño, por estar medio dormidos. Conozco a gente que se ha comido cigarros encendidos, gente que se ha orinado encima e incluso gente que ha comenzado a sufrir una gastrointeritis en mitad del coito. Si le preguntara a todas estas personas si quieren que estos hechos se hagan públicos, seguro que me dirían que no. Y el motivo se halla en que la mayoría de estos actos se realizaron en estados de enajenación alcoholica y no se pueden defender desde la sobriedad diaria. Nuestra protagonista sufre un transtorno mental continuo, pero ello no es motivo para exponer estas "anécdotas". Si no pregúntele a su jefe, Pedro J. ramirez. Él si que tiene una anécdota graciosa que además está grabada en video.
Para escépticos, adjunto link:
"Vivir con pirañas en el estómago"