21/9/08
Los Inviernos largos
Tras tres horas de viaje y gratos reencuentros con mi gente de Madrid, Jose y yo vamos hacia la sala Sol, en Madrid. Entramos mientras los teloneros tocan sus últimas canciones. Salen The Long Winters a montar y probar sus instrumentos, como todos los grupos de rock que actúan en salas de aforo modesto. Saludos y risas por los comentarios previos. Observo a John Roderick, cantante de la banda, hay algo raro en él. Tiene un diente menos que la última vez que lo vi (además es una pala superior). También me llama la atención el pelo largo que porta y el aspecto desmejorado que presenta. Cominenzan el bolo con Fire Island AK, enérgicos, impecables en lo instrumental. John decide cantar toda la canción a destiempo, para hacer "especial el directo", pero bajo mi punto de vista, arruinó uno de los platos fuertes de la noche. El público observa a la banda sin excesivo entusiasmo, las primeras filas tararean las canciones, pero casi nadie se mueve. John Roderick, como hace en todos sus conciertos, pide al público propuestas para "completar" el tracklist y la gente se va animando. Canciones como Stupid, Scar straight o Teaspoon hacen que la gente se desinhiba y comience a participar más activamente. El concierto está en lo alto, ha subido incluso el productor de la banda a hacer los coros. Entonces, John mira al técnico de sonido y dice que no les dejan tocar más tiempo. No suena creible, pero la banda se retira trás tocar Blue diamonds. La gente anima esperando un bis y el técnico ayuda no poniendo música. Aun así, no volvieron a salir. Final agridulce, para el concierto de una banda que, bajo mi opinión, no ha tenido nunca la repercusión que se merece.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario