Igual que cascársela a un muerto

Como indica el título del post de hoy, voy a hablar de cosas inútiles. Y aunque el adjetivo inútil dé para tratar muy variados temas, no me voy a centrar en relatar la vida de paquirrín o individuos similares. El post de hoy va dedicado a causas perdidas, campañas de concienciación que se quedan lejos de surtir algún efecto. Y como "buen cristiano", predicaré dando ejemplos.

1) Partido contra las drogas:

Bueno, bastaría simplemente con mostrar la ilustración, a buen entendedor... La foto en cuestión se tomó en Londres en Julio de 1988, pero esta no ha sido la única edición de este tan influyente evento. Teniendo en cuenta que, desde sus comienzos, la campaña no ha tenido efecto ni siquiera en los jugadores partícipes en ella, habría que replantearse su utilidad. Pongámonos en la piel de un adolescente confundido por la pubertad. En su cabeza aparece maradona y le dice:"EEEste, guau, Viste pive, no te metás droga. Ysho lo hishe porque soy dios y en Nápoles podés comprar una mierda buenííísima, negro". Al chaval, seguramente, le tiente más la idea ahora, puesto que puede llegar a ser una de las dos cosas que siempre quiso ser: Maradona o Dios. Yo propondría una campaña incidiendo en aspectos que preocupen a los jóvenes de verdad, como: "si consumes drogas se te reducirá el pene y, a tí muchacha, no te crecerán los pechos".

2) Campaña contra la prostitución:
Esta sí que es buena. Es una campaña desarrollada por la comunidad de madrid, contra la explotación de las mujeres. La campaña se completa con un texto encima del cartel mostrado, que reza: "si la prostitución existe, es porque tú pagas". Esta campaña ha sido cedida a la Comunidad Valenciana, así ahorramos gastos entre colegas (conexión Espe-Rita). Aquí sí que es más cuestionable la efectividad. Seguro que un camionero que lleva 14 horas conduciendo, cinco dias sin ver a su famila, que tiene la mano ya llena de cayos y no tiene muy claro el concepto "moral", se para, ve el cartel y reflexiona: "llevo toda la vida yendome de putas y nunca le he visto el problema, pero... joder... si es que es verdad... pobres muchachas. Entraré y me tomaré una copa, sólo una copa". Claro, si es que realmente los camioneros son economistas sociales en potencia, que al descubrir la relación demanda-oferta frenan sus impulsos animales. Esto, a lo mejor y sólo a lo mejor, funcionaría en los mundos de yupi, pero en la realidad... Disculpad que me muestre escéptico. Un tio que ha pagado, usado y vejado a estas mujeres, no creo que sienta ningún remordimiento al descubrir que, él es el cliente que fomenta la existencia de oferta ( si es que no lo sabía antes). Para lograr el efecto deseado con esta campaña, tal vez sea conveniente recurrir a las armas moralizadoras por excelencia que utiliza la iglesia: miedo y castigo. Así la campaña podría ser: "Los últimos estudios revelan que la sífilis, el sida y la gonorrea se transmiten aún con el uso de condones".
3) No a la entrevista a Julián Muñoz:

Vídeos como este, han sido ampliamente difundidos por la red en los últimos dias. A ver...No quiero ponerme nervioso.... ¿estamos todos locos? Intentemos razonar: ¿Cual es el público potencial de la entrevista? Marujas o gente de perfil marujil, ¿no? Pues,la mayor parte de esa gente no conoce la película Saw, por lo que si ve el vídeo se extrañará, sentirá miedo y correrá a refugiarse en la mierda de televisión, esperando ansiosa la emisión de la entrevista a "cachuli". Sería más fácil decir que durante la emisión de la entrevista, en cualquier momento (ya sea publicidad o a mitad de un programa) se va a emitir el video prohibido de Pedro J. en otra cadena. La gente seguro que vería esa cadena, nadie vería el video, pero al dia siguiente todo el mundo conocería al amigo de un amigo que lo vió.

En fin, esta última tiene perdón porque es de iniciativa privada, pero en las dos primeras se tira el dinero público, para "concienciar" a la gente. A lo mejor soy un loco, pero tal vez sea más efectivo actuar sobre el problema directamente, en lugar de dejar en manos de la gente las responsabilidades que competen al Estado.