El precio del Barril

La economía últimamente anda un poco revuelta. Como hemos podido comprobar mediante los telediarios y periódicos, todos los sectores de la economía española se estan viendo afectados por la crisis en mayor o menor medida. Hoy quiero hablar de un aspecto que afecta tanto transportistas como al resto de ciudadanos: el precio del barril. Pero no me refiero al barril de petróleo, como muchos estareis pensando, sino al precio del barril de cerveza. Este bien, no se rige por las leyes de oferta y demanda que recogen los libros, sino por lo que se llama el efecto snob o guayísmo absurdo. El caso es que desde hace un tiempo, se han empezado a comercializar barriles de 5 litros de cerveza, que son más fáciles de transportar que cinco litronas, quince latas o veinte botellines de cuarto de litro. Pues el caso es que, el precio del litro de cerveza comprado en estos barriles, sale más caro que en cualquiera de el resto de envases. En principio, utilizamos menos envases al consumir la cerveza de los barriles, las empresas transportistas tienen más facilidad para realizar sus servicios y el precio del litro debería ser inferior por el efecto de la economía de escala. Entonces, ¿porque no es más barato el litro de barril que el litro de cerveza servido en cualquier otro tipo de envase? Pues, como ya he dicho, por el efecto snob o guayísmo absurdo. Queda mejor decirle a un amigo: "osea,¿quieres una caña? " "tranquilo, que no se desventa, el barril tiene un sistema de presión que mantiene intactas las cualidades de la cerveza hasta el último vaso". Entonces suelo pensar: me he criado bebiendo litronas de Xibeca desventadas y calientes, ¿de verdad crees que necesito un sistema de presión para tomarme una caña agusto ?¿no tienes botes?. Es un efecto similar al que se produce cuando nos encontramos con un amigo que se ha comprado el iPhone y nos relata en un breve resumen de media hora todas las bondades de la tecnología de bolsillo que "appol"(acento pijo) ha puesto a disposición del ciudadano. Normalmente, cuando acaban con su discurso, suelo preguntar: "¿y como se pone el despertador?" a lo que me suelen contestar: " pues no sé, pero mira que foto te he hecho. Espera un momento y la edito". En resumen: efecto snob o guayísmo absurdo.